Historia del perfume sus orígenes.

Curiosidades del perfume.
Curiosidades del perfume.

El nombre de perfume o perfumes proviene del latín "per", por y "fumare", a través del humo, En la actualidad, la palabra «perfume» se refiere al líquido aromático que usa una mujer o un hombre, para desprender olores agradables.

 

En la prehistoria se encuentra los orígenes de la aromaterapia.Quemaban entre otras cosas hierbas y maderas de árboles para avivar el fuego, de esta forma el fuego desprendía aromas agradables, lo que consideraron muy valioso, lo hacían para complacer y homenajear con humo (per fumum) a sus dioses en las ceremonias rituales. De ahí el origen de la palabra.

La fabricación de perfumes para uso humano comenzó con los egipcios.

Los griegos, que consideraban el perfume como un don de Venus, usaban un aroma diferente para cada parte del cuerpo: menta para los brazos, mejorana para los cabellos, aceite de palma para el pecho, tomillo para las rodillas y aceite de orégano para las piernas y los pies.

Fueron los romanos los que, ocupados por un aseo personal diario, lanzaron el consumo de los perfumes a todos los escalones de la sociedad. Elaboraban preparados de aceite para untarse el cuerpo, para perfumar telas y el ambiente.

Con la llegada del Cristianismo, el uso del perfume cayó en desuso.

La civilización árabe la que comenzó a experimentar con perfumes tras la aparición de una nueva ciencia, la alquimia.

Uno de los descubrimientos claves fue el hallazgo árabe del alcohol, en el siglo VIII. Aceites y resinas olorosas diluidas en el alcohol revelaron toda la plenitud de sus cualidades aromáticas, dando así origen a perfumes mucho más finos.

Por oriente, el perfume es introducido en Japón a través de China, que ya contaba en el s. VI con grandes artesanos de la jardinería natural que destinaban parte de sus cosechas al prensado de pétalos para la fabricación de perfumes.

Es aproximadamente en el año 1200 cuando tiene lugar el acontecimiento más significativo relacionado con el desarrollo de la industria perfumista tal y como hoy la conocemos. El Rey Felipe II Augusto fijaba los lugares de venta de perfumes y reconocía la profesión como tal, así como la utilidad social de estas sustancias. Esta concesión a los artesanos fue apoyada posteriormente, en 1357, por Juan II, en 1582 por Enrique III, y, en 1658, fue ampliada por Luis XIV. Se convierte así Francia en la cuna del perfume.

En el Renacimiento, los avances en la química permiten perfeccionar las técnicas hasta ahora usadas en la extracción del perfume mediante la destilación.

El s. XIX aporta la posibilidad de obtener productos aromáticos mediante la síntesis, o sea, la reproducción de los olores naturales y los no naturales. Así por ejemplo, en 1893 se obtiene la ionona, sustancia de olor casi exacto a la flor de la violeta. Con esta técnica queda cubierto uno de los grandes problemas de la industria perfumista: la estabilidad. Las sustancias obtenidas mediante este procedimiento, aunque no sean naturales, son más estables, menos volátiles, haciendo que el perfume permanezca duradero por más tiempo.

 

Las españolas,las que más se perfuman.

 

Para muchas mujeres perfumarse es un gesto imprescindible en su aseo diario; pero en Europa son las españolas, junto con las francesas, las que más utilizan este cosmético. Entre las europeas menos amantes de estas fragancias destacan las italianas.